25 de Febrero
Tienes algo que para un masoquista es deseo constante. Tu ambigüedad de trato y tu falta de suavidad cuando te apetece, como si uno fuera un plato que hoy no es exquisito para tus sentidos. O que sencillamente te estorba, te fastidia. Puede resultar hiriente, francamente perturbador.
Masoquismo puro, el que permita cualquier maltrato, por minúsculo que sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario